“Nunca es tarde para aprender”, y menos cuando el reloj de la vida está en hora. Este frase popular identifica a esa parte longeva de la población que dedica su tiempo al uso de herramientas tecnológicas, las cuales son vistas por muchos como exclusivas o creadas solo para los más jóvenes y adolescentes.
Y no es así. Más allá de la edad hay quienes han entendido que esta es una época de grandes cambios, y que hacer uso de la tecnología es importante para mantenerse comunicados con quienes están más lejos.
Fe y testimonio de ello lo han podido dar a LISTÍN DIARIO Ana Josefina Padilla de 91 años de edad, y Teresa Vargas de Faxas de 81. Ambas hacen uso de las nuevas tecnologías por un mismo fin: comunicarse con sus familiares que viven en el exterior.
“Desde joven me ha gustado la tecnología. Siempre me interesé por los aparatos eléctricos y saber cómo estos funcionan. Después que empezaron a llegar las computadoras quise tener una y aunque nunca hice un curso de computación, mis hijas me ayudaron a entender lo que yo necesitaba saber de la máquina”, explica Padilla, quien fue docente universitaria, es doctora y sicóloga.
Al igual que Padilla, Vargas expresa que también siempre se ha interesado por la tecnología y hace unos cinco años que adquirió una computadora.
“Llamé un técnico para que me la instalara y empecé a utilizarla”, dice Vargas, quien actualmente se desempeña como supervisora de Servicio al Cliente en un centro de salud privado.
Hoy día Padilla y Vargas no solo utilizan la computadora, se han interesado en los teléfonos inteligentes y disfrutan de sus bondades.
Abuelas 2.0
Son abuelas que dedicaron su juventud a su familia y ahora, en su vejez, disfrutan de la ventaja que les ha dado la tecnología: comunicarse con los seres queridos que están lejos.
Este es uno de los motivos por el que Ana Josefina Padilla, de 91 años de edad y Teresa Vargas de Faxas de 81, se han subido al “tren” de la modernidad, y como cualquier “Millennial”, adulto de la generación “X” o un “Baby Boomer”, hacen uso de las herramientas que más les gustan.
Correos electrónicos y Facebook es lo que más usan en su computadora. Con sus teléfonos inteligentes se comunican por WhatsApp, ya sea para enviar mensajes o realizar llamadas.
En su caso, Padilla dice que forma parte de tres grupos en la aplicación de mensajería instantánea: dos familiares y uno de amigos contemporáneos que se reúnen cada cierto tiempo.
Y Vargas, aunque no pertenece a ningún grupo en WhatsApp, dice que le encanta utilizarlo porque no solo puede escribir, también tiene la oportunidad de hacer llamadas fuera del país, y “eso es una gran ventaja”.
Herramientas del día a día
Tableta, celular y Kindle son los aparatos que más a la vista tiene Padilla en su casa. Cada uno cumple una función importante para ella.
“La tableta es casi como una computadora y se me hace más cómodo usarla porque me puedo mover con ella con facilidad. Utilizo la computadora porque hay cosas que me gusta hacer ahí, como entrar en Net-flix, aunque eso también se puede hacer en otros dispositivos”, detalla.
Su celular es vital porque, dice, el WhatsApp permite una comunicación rápida.
“Cuando necesito comunicarme con una de mis hijas para algo rápido le pongo un mensajito por WhatsApp y sé que le va a llegar y que me responderán”, asegura.
En cuanto a su Kindle, comenta que la utiliza para hacer lo que más disfruta: leer.
Además, expresa que el precio de las obras literarias es bueno. Lo último que leyó fue la encíclica del papa Francisco sobre medio ambiente.
“El Kindle fue un regalo y me encantó porque yo leo mucho. Aunque al principio me rehusé a usarlo porque me gustan los libros físicos. Pero me he dado cuenta de lo importante que es. Es algo pequeño y puedo salir a cualquier lado con todos los libros que tengo ahí”, expresa.
“He podido llenar un espacio”
Alrededor de hora y media cada día dedica Vargas a la computadora para entrar a Facebook, periódicos digitales y aclarar una que otra duda gramatical que tenga.
Parte de su tiempo lo divide entre su trabajo y realizar una lectura de periódico de papel en las tardes.
“A mí me han encantado las redes sociales porque yo he podido llenar un espacio. Siento que a esta altura de mi vida todavía puedo aprender”, dice.
Cuando supo de las redes sociales no se imaginaba utilizándolas, pero luego se planteó lo importante que es conocer los avances.
Vargas recomienda a las personas adultas no perderse de las herramientas tecnológicas y sacarles provecho.
“Le digo a las personas de mi edad que no piensen que tienen muchos años para Internet, que se aprende muchísimo. Sientes que estás moderna y cuando te hablan de ese tipo de temas en un grupo puedes hacerlo porque conoces. Utilizar la tecnología es vida”, expresa emocionada.
Peligros
Aunque Padilla y Vargas están maravilladas con el mundo digital, no dejan de reconocer que en este hay muchos peligros sobre todo para los niños.
Como abuelas, concuerdan, aconsejan a sus nietos e hijos para que tengan cuidado porque lo negativo también existe en la red.
“Una vez escuché a alguien decir que la tecnología ha permitido una mayor comunicación, y lo hay, pero mecánica. Hay menos amistad y menos amor. Los muchachos están con un celular constantemente. Se reúne un grupo y los ves a cada uno con un teléfono, no se comunican, creo que este es el peor daño de estas nuevas tecnologías y los jóvenes tienen que enfrentarlo”, dice Padilla.
¿Qué prefieren los envejecientes?
Las herramientas tecnológicas que actualmente utilizan Padilla y Vargas, son las preferidas por los envejecientes.
El dato está constatado en un estudio dado a conocer a mediados del año pasado por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC), en Barcelona.
De acuerdo a la investigación, la mayoría de las personas de más de 64 años que hace uso de las nuevas tecnologías utiliza más WhatsApp y Facebook, porque le permiten comunicarse con sus nietos.
Detalla que los adultos que utilizan las redes sociales, a diferencia de los jóvenes y adolescentes, no amplían sus relaciones con personas que no conocen, ya que sus amigos “online” también lo son fuera de línea. El estudio, para el que se analizó durante dos años a un grupo entre 64 y 79 años, concluye que los mayores asocian el uso de las herramientas a “sentirse o parecer joven”, “moderno”, y formar parte de la “sociedad digital”.
UN BUEN MOTIVO
El estudio realizado por la universidad de Cataluña también señala que las personas mayores están más dispuestas a formar parte de las redes sociales y hacer uso de las tecnologías cuando tienen a alguien conocido que las utiliza.
Y lejos de la realidad no está, porque exactamente los puntos anteriormente mencionados son los que han movido a Padilla y Vargas a ser parte del mundo tecnológico, demostrando también que para hacer uso de las novedades no importa la edad, sino las ganas de aprender.
La investigación de Roser Beneito, profesora de Informática, Multimedia y Telecomunicaciones de la UOC, además sostiene que la herramienta con más éxito es WhatsApp, por su característica de permitir la creación de grupos.
Dice que los mayores lo usan para escribir a sus nietos e hijos…
http://www.listindiario.com/la-vida/2016/05/24/420409/la-tecnologia-no-tiene-edad