El partido agonizaba y la pesadilla de un Messi barbudo arruinando otra oportunidad de ganar una Copa América rondaba las cabezas de los 70.000 mexicanos que abarrotaban el mastodóntico campo de los Houston Texas. México está jugando este torneo casi como segundo anfitrión y además está fabricando buen fútbol. Enfrente tenía este lunes a una Venezuela correctísima en defensa y con filo también arriba, que durante más de una hora logró esquivar sus latigazos. Quizás por un exceso de confianza...